jueves, 29 de enero de 2015

Un mensaje importante

¡Hola de nuevo! ¿Cómo ha ido esta semana invernal de viento y lluvia?
Hoy quiero presentaros a Daniel, un campeón de sólo cuatro añinos que, como muchos otros, lamentablemente, lleva dos luchando contra la leucemia.
Daniel tiene un mensaje muy importante que darnos: él, y otros muchos niños como él, necesitan nuestra médula para conseguir combatir con eficacia la enfermedad. El proceso, explica, es muy sencillo: "hay que soplar fuerte, ponen una tirita y...¡tarapún!". Así de fácil podemos salvar muchas vidas. En este enlace viene resumida toda la información acerca del proceso de donación:
http://www.fcarreras.org/es/como-hacerse-donante-de-medula-osea
Yo he de reconocer que nunca he sido donante de médula, pero es algo que haré, sin lugar a dudas.
Pero Daniel nos ha dejado otro mensaje subliminal: "¡Relativiza!" La vida es del color con el que tú la pintes. Detrás de cada traspiés, siempre hay algo bueno esperándonos, en forma de nube, de hoja, de mariposa o de caramelo. Sólo hay que saber ver un poquito más allá porque, como diría El Principito, "lo esencial es invisible a los ojos". Y hoy, los ojos de Daniel han conseguido que, más allá de cualquier tristeza que pueda acarrear su historia, me contagie de esa inocencia y esa alegría por las pequeñas cosas que sólo la mirada de un niño puede transmitir.
Comparto su vídeo con vosotros. Espero que también os contagie.
Un besito,
Olaya
https://www.youtube.com/watch?x-yt-cl=85027636&x-yt-ts=1422503916&v=xEcFzeQj6b8

miércoles, 14 de enero de 2015

Je suis Charlie

Enero. Mes de vuelta a la normalidad tras unos días frenéticos de comilonas, fiestas, familia, amigos, gripes, resfriados, regalos y rostrosobligatoriamentefelicesporqueesnavidad. Y aquí està Yaya de nuevo :)
Parece casi obligada una mención a lo ocurrido en París el pasado 7 de enero. Y desde el blog quiero mostrar mi más sincero y absoluto rechazo hacia todo tipo de fundamentalismo, radicalismo, terrorismo o como se le quiera llamar, ya sea por cuestiones políticas, religiosas, deportivas o de cualquier otra índole. NO AL FANATISMO.
Y dicho esto, he de confesar que, desde que vi una primera imagen de la manifestación multitudinaria de París, he intentado no ver más. Es muy emotivo comprobar cómo los pueblos y la gente de cualquier ideología y color se unen en momentos como ese. De hecho creo que la manifestación de Madrid contra el atentado del 11-M, fue una de las situaciones más emocionantes que yo haya vivido.
Sin embargo, el ver a tantos dirigentes políticos indignados por el "brutal atentado contra la libertad de expresión" me parece, permitidme la palabra, vomitivo.
Me enerva ver c´´omo nuestro presidente, agarradito de la mano de Merkel (bueno, eso es lo que ´´el desearía), dice eso de "Je suis Charlie". ¡Ya te gustaría a ti, Mariano, ser Charlie!
¿Cómo puede decir eso una persona que nos pretende sancionar económicamente o incluso meter en la cárcel por expresar públicamente nuestra opinión y manifestarnos? ¿O un gobierno que, ni corto ni perezoso, cancela una exposición en la que se muestra un cuadro de Rajoy con heces en la cabeza? ¿Eso es la libertad de expresión para ellos? Veo que es bastante selectiva. ¿Que les gusta lo que expresas?, lo publican, ¿que no les gusta? lo eliminan. Así de fácil para ellos. Gobernar un pueblo parece ser tan sencillo como actualizar un perfil de facebook en el que seleccionas lo que te gusta y lo que no, lo eliminas o lo evitas.
Me despido por hoy, satisfecha. Es muy gratificante poder usar este medio para desahogarse;).
Hasta la próxima,
Olaya

jueves, 11 de diciembre de 2014

Gracias, Malala

¡Hola de nuevo! ¡La inspiración por fin ha vuelto! ¡Viva! ;)
Y esta vez ha sido gracias a Malala. Me ha impresionado y emocionado tanto su historia que me moría de ganas por escribir sobre ella y todo lo que esta pequeña gran mujer, de tan solo 18 años, ha aportado, está aportando y aportará a un mundo en el que, aunque muy tenuemente, están apareciendo atisbos de la justicia, igualdad y fraternidad que pretendían alcanzar los franceses hace ya unos siglos.
Pero el hecho de que este año el premio Nobel de la Paz se le haya otorgado a Malala, y teniendo en cuenta quiénes fueron en el pasado algunos personajes que recibieron ese mismo galardón (me viene a la mente Obama del que creo que sobra cualquier tipo de comentario acerca de que fuese meritorio de tal honor),  es un avance y un hecho a celebrar.
No voy a usar el post esta vez para emitir juicios de valor sobre el que una niña con tan solo once años sufriese un intento de asesinato simplemente por reivindicar su derecho a estudiar. Y reivindicarlo, además, utilizando el arma más potente al alcance de cualquiera: la palabra. Y gracias a su voz, el mundo entero fue consciente de algo que estaba ocurriendo en su país, Pakistán, y que no era más que la prohibición de acudir a la escuela a las niñas.
Como ya dijo en su día Ernesto Guevara (El Che) "Un pueblo que no sabe leer ni escribir, es un pueblo fácil de engañar"; y esto les interesa a los gobernantes de ciertos estados (quiero pensar que no ocurre en el nuestro, pero cada vez tengo más dudas). Todos conocemos el papel que desempeña la mujer en el mundo islámico. Es de sentido común pensar que a sus dirigentes lo que menos les interesa es que las mujeres estudien, se formen, descubran que existen otras culturas, otras formas de vida, que son iguales a los hombres y que, en definitiva, son PERSONAS, que merecen el mismo respeto, el mismo trato y la misma valoración que cualquier otra.

Afortunadamente existe gente como Malala. Personas extraordinarias que luchan por sus objetivos, convicciones e ideales, y gracias a ellas, este mundo puede cambiar. Y lo está haciendo. Hoy me siento optimista.

Un besín,
Olaya.

martes, 2 de diciembre de 2014

Disculpen las molestias

Cerrado por falta de inspiración (y un poquito de derribo). Espero que no se haya ido muy lejos, y que las palabras vuelvan pronto a fluir. Disculpen las molestias ;)




Olaya

martes, 25 de noviembre de 2014

Tengo un sueño

Hoy es el "Día Internacional contra la Violencia Machista". No me gustan mucho los "Días Internacionales de lo que sea", porque parece que es el único día del año en el que la gente se acuerda del tópico correspondiente: el día de la lucha contra el cáncer de mama, todos mostramos nuestro apoyo hacia las mujeres que lo padecen mediante mensajitos en facebook, lacitos rosas en whatsapp, anuncios en la televisíón e incluso conciertos organizados por emisoras de radio. Pero, ¿y los 364 días del año restantes? Nadie las recuerda. Sólo las personas que se ven afectadas de modo directo.
Lo mismo ocurre con la violencia machista. Hoy, todo el mundo estará pendiente de los mismos mensajitos de facebook, de las noticias en los medios de comunicación sobre estadísticas de mujeres asesinadas a manos de sus maridos, etc. Y el resto del año, ¿qué?
Porque contra el cáncer de mama sí es cierto que, más allá de las revisiones médicas rutinarias, no podemos luchar individualmente. Pero contra la violencia de género sí. Sí podemos. Es más: DEBEMOS.
El problema de este tipo de violencia es que está demasiado arraigada en nuestra sociedad. No hace falta llegar a un extremo fatal como es un asesinato, para comprobar que está latente entre nosotros, y que somos muchas las mujeres que de uno u otro modo la sufrimos a diario. Me atrevería a decir que la mayoría. Comentarios, gestos, actitudes, acciones por parte de los hombres, e incluso por parte de las propias mujeres.
Somos una sociedad machista por naturaleza, y ese es el problema de fondo, por lo cual es contra eso contra lo que debemos luchar.
Tomando una tarde un café con una amiga y su hijita que estaba empezando a decir sus primeras palabras, me vino un pensamiento a la mente. La pequeñina sólo decía "pa-pa", y mi amiga se "enfadaba" porque no decía "ma-ma". Y entonces pensé: si los bebés, que por norma general pasan más tiempo con sus "mamás", y comienzan a decir antes "pa-pa" que "ma-ma", ¿por qué las madres no son las "pa-pa"? Todos conocemos el increíble nexo que se establece entre una madre y su hijo durante su primer año de vida. Es lógico pensar que, de llamar a alguien, el bebé llamará a su madre ya que es la persona de la que más dependencia tiene, y que la primera palabra que pronuncie será para referirse a ella. Pero como la lógica, lamentablemente, no se suele aplicar mucho, el "honor" de la primera palabra de un bebé se lo lleva, cómo no, el macho alfa.
Pero es un concepto tan tan tan arraigado, que ni nos damos cuenta que, desde muy pequeños, se nos está inculcando.
Me encantaría tener la clave para, poco a poco, romper todas estas ataduras, pero no la tengo. Creo lo importante es intentar que nuestros pensamientos sean siempre consecuentes con nuestros actos. Y que los reivindiquemos. Y que eduquemos a las nuevas generaciones en el valor de la igualdad, en su más amplio sentido de la palabra. Porque esa será la única manera de lograr un mundo mejor en el que vivir.

"Tengo un sueño, un solo sueño: seguir soñando.
Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad,
y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas."
Martin Luther King

domingo, 23 de noviembre de 2014

Momentos remember

¡Hola hola! :)
Parece que la lluvia no está decidida a abandonarnos por el norte, y nos deleita con su presencia casi a diario...así que habrá que aprovechar lo que este supuesto "mal tiempo" nos ofrece de la mejor manera posible. Este fin de semana no me dio por los fogones, pero he dedicado parte de él a hacer limpieza de  habitación. El que hoy es mi dormitorio, lo es desde hace muchos años, y en él sigue habiendo reliquias que no ven la luz desde hace muuucho tiempo. La última vez que hice "limpieza" (por limpieza me refiero a deshacerme de un montón de cosas inútiles que guardo por su alto valor sentimental, pero que obviamente, a efectos prácticos, ya no necesito), me vi obligada a despedirme de: un peine para la Barbie y unos zapatitos suyos, unos cuantos colgantes de artistas varios, un pin de "Pelegrín", la mascota del Xacobeo de ni recuerdo el año (del que me arrepiento muchísimo haber tirado...), una llavero de Salou, y muchas otras cosas por el estilo. Todo esto lo tenía guardado en el cajón de mi mesita de noche.
Bueno, pues hoy ha sido el turno de las cajas de cartón, en las que guardo TODAS las cartitas que me escribía con mis amigas en el colegio y el instituto, mi colección de tarjetas de teléfono de las que se usaban en las cabinas, de distintos países, unos cuantos casettes y mis primeros CDs, y mi gran colección de etiquetas de ropa (de esta colección he decir que no me siento muy orgullosa...¿de verdad era tan hortera como para coleccionar eso? OMG!)
Y para muestra, un botón:







Como podéis comprobar, en lo que a gustos musicales se refiere, eran bastante variopintos. Mis grandes ídolos eran Ella Baila Sola y Eros Ramazzoti, lo que no quita que escuchase a Estopa (esa es la cinta de su primer disco, que recogía grandes éxitos como "La raja de tu falda"), Bob Marley o Sting. La cinta que pone "radio" era un recopilatorio de canciones que grababa directamente de la radio (quien no lo ha hecho alguna vez), con lo que la mayoría se escuchaban cortadas por el principio, o por el final, o con anuncios en el medio....¡pero es que era muy difícil estar en el momento preciso para comenzar a grabar la canción que te gustaba!
Y uno de mis primeros CDs fue el de los Back Street Boys, que aunque nunca me gustó ese grupo, a mis amigas les encantaba y me lo regalaron por mi cumpleaños para poder grabárselo ellas...
Estos momentos "remember" en los que abres una caja que estuvo cerrada durante años y en la que no sabes lo que te vas a encontrar me parecen maravillosos, porque al descubrirlos regresan a ti una multitud de recuerdos, sensaciones, sentimientos e incluso olores que permanecían ocultos en algún rincón de tu memoria, pero que al destaparlos tienen un efecto tan fuerte y tan real, que parece que fue ayer cuando los estabas viviendo.
Hasta otra,
Olaya

lunes, 17 de noviembre de 2014

Somos lo que comemos

¡Muy buenos días! ¿Cómo va esta mañana de lunes?
Como este fin de semana la meteorología no nos acompañó para disfrutar del aire libre, fue perfecto para experimentar en la cocina, así que hoy os traigo una nueva recetina exprés, sanísima, fácil y sorprendente que descubrí en un blog (de cuyo nombre no puedo acordarme): "patatitas como las de bolsa caseras, 100% sanas".
No sé si los snacks salados, llámense patatitas, fritos, risketos, o como sea, os gustan tanto como a mí, pero es que a mí me encantan. El único problema, a parte de su alto contenido en calorías que todos sabemos dónde se instalan, es que son "veneno" para nuestro organismo. Un veneno muy rico, pero veneno, al fin y al cabo. Porque todos estos snacks tan sabrosos y adictivos, están prácticamente constituidos de sal y de grasas saturadas, nutrientes que hacen un flaco favor a nuestro cuerpo. Aunque tanto las grasas como la sal son necesarios para su correcto funcionamiento, en el caso de la sal, debe ser tomada en muy poca cantidad, porque su exceso provoca hipertensión arterial, y las grasas que debemos tomar son preferiblemente las grasas insaturadas, que son las que precisamente NUNCA vamos a encontrar entre los ingredientes de la mayoría de los alimentos envasados (patatitas, bollería industrial, etc.). Las grasas saturadas son de origen animal, pero también están presentes en el aceite de palma, con el que últimamente se producen la mayoría de estos productos (lo que trae como consecuencia añadida directa la deforestación de la isla de Borneo, un maravilloso rincón de la naturaleza en el que se han talado miles de hectáreas de selva virgen para sustituirla por plantaciones de palma para obtener aceite...pero ese es otro tema).
¿Cuál es el efecto de las grasas saturadas pululando por nuestro interior? Pues básicamente, al igual que todas las grasas (tanto buenas como malas cuando se consumen en exceso), acumularse en el tejido adiposo (o sea, en forma de michelines, cartucheras, panza o como queráis llamarlo). Pero además estas grasas, debido a su composición química, aumentan el colesterol "malo", o LDL, en nuestra sangre, porque impiden que las células lo utilicen, obligándolo a circular por nuestro torrente sanguíneo, con el consecuente riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (las relacionadas con el corazón).
Al contrario, las grasas insaturadas, que son las que se encuentran en alimentos como el pescado, el aguacate o el aceite de oliva, debido a su composición química también, tienen el efecto contrario que las saturadas, ya que ayudan a reducir el colesterol "malo" o LDL.
Así que, tras el sermón contado, vamos allá con nuestras "patatitas prácticamente iguales que las industriales, pero caseras y 100% sanas".
Los únicos ingredientes que se necesitan son:
- Una patata
- Una pizca de sal
- Un chorrito de aceite de oliva
- Especias al gusto (opcional)

Para prepararlas, peláis la patata (o no) y la cortais en rodajas lo más finitas que podáis (yo tengo un pulso malísimo, y me quedan bastante irregulares, pero el resultado es el mismo). Las colocáis sobre un plato cubierto con papel de horno, juntas para que quepan todas, pero sin que se solapen, y les añadís la sal y las especias y una gota de aceite de oliva en cada una. Las introducís unos 8-10 minutos en el microondas (el tiempo es orientativo ya que depende de la potencia del micro; lo mejor es que transcurridos unos 4 minutos comprobéis cómo están para que no se quemen), y ¡¡¡listas!!!


 
 

El color rojo que les veis se debe a que les añadí una mezcla de especias que contienen paprika y pimentón, para darles un toque picante, aunque no controlé muy bien el bote sazonador y en algunas eché demasiada cantidad. ¡Gajes del oficio!

Bueno, espero que hayáis aprendido la lección de hoy y que nunca más volváis a tomar grasas saturadas ;)
Es broma. Lamentablemente en nuestra sociedad, llevar una alimentación completamente saludable es casi imposible. Lo importante es no abusar de ese tipo de alimentos, e intentar sustituirlos por sus versiones naturales siempre que sea posible, aunque sin obsesionarse con eso, porque ninguna obsesión es buena. Y recordad que "somos lo que comemos", y todo lo que nos llevamos a la boca es reflejo de nuestra forma de ser, de pensar y de sentir :)

Un besín, y feliz semana!
Olaya